domingo, 9 de mayo de 2010

No todo lo que brilla es folklorico.


Cuando un pequeño grupo de arribistas toma por asalto las mentes de un gran público con una propuesta realmente muy mala, casi siempre se escuda en el argumento –es folklórico-, no existe un argumento más aguantador de críticas que este.
Si el video contiene apologías del acoso sexual –Es folklórico-, si la música es insoportable –Es folklórico-, si la niñita canta horrible y la letra es un bodrio –Es folklórico e infantil-, ¿Quién se atrevería a criticar algo que es parte de una cultura indígena?
Pues por supuesto El Girito –Para comenzar-, yo estoy totalmente de acuerdo en que las tradiciones deben evolucionar y cambiar, que las tradiciones, para mantenerse vivas, deben estar en un ciclo cambiante y alejarse de la rigidez académica que les impide crecer y tomar su propio rumbo en la sociedad.
Pero no estoy de acuerdo que se tomen de pretexto para presentar cualquier tontería, y acabar dando la impresión que todo lo mal hecho, mal logrado, mal pensado y mal presentado es “folklórico”, simplemente –Así  son los indígenas peruanos-  es la frase que sirve de pretexto para comenzar las burlas de los cientos de miles de personas que vieron el video en youtube.
Por todo lo anterior vale muchísimo la pena reflexionar si el bendito sacerdote que ofrece curas de temazcal y recargas de energías no es primo hermano de aquel experto en los Mayas  que nos cuenta historias de extraterrestres y viajes interastrales mediante buceo en los cenotes.
Cuídense de todos aquellos que llegan a ofrecer maravillas tradicionales a partir de cuentos inventados, disfrazados de indígena y haciendo alarde de vocablos prehispánicos, en este sentido les sugiero apegarse al 100% a la rigurosidad de la arqueología, e incluso tener cuidado de estos estudios, porque muchos conocemos el mal que puede provocar un arqueólogo “demasiado entusiasmado” con una idea a partir de muy poca evidencia.
Hay que tener una mente critica al enfrentarse en el mundo de hoy con tradiciones que se supone tienen miles de años y en realidad solo cuentan con unas cuantas décadas de imaginativa construcción, evitemos que la idiosincrasia se convierta en indiosingracia.
Para muestra un botón:  


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